Para ser Eva,
Abello era sometido
a un tortuoso
proceso de maquillaje,
y al uso de prótesis y pelucas.
Leamos la entrevista publicada por "La Gaceta, dulce paraíso" en donde Jorge Enrique habla de su personaje:
"-Ahora tienes a Eva sobre tus hombros, ¿es difícil el reto de quitarse a esa mujer de encima?
No. Por más de que la gente trate de ver a actores camaleones o por más de que la gente trate de ver versatilidad, la realidad es que un actor tiene una cara y una voz. Se pueden hacer cosas con esa cara y esa voz, pero el alma está ahí. El actor lo que busca es hacer un trabajo honesto para que el que te vea crea que ese personaje existe. Siempre se luchará por ser otro cuando se estrena un personaje.
-¿Qué sentía cuando se veía al espejo y aparecía Eva?
Me asustaba. Cuando pasaba por una ventana grande y veía mi reflejo me asustaba. Eso pasó un par de veces, saber que ese no era yo.
-¿Cambió su percepción de la mujer después de año y medio vestido como mujer?
Por más de que yo me haya vestido 18 meses de mujer, debo admitir que a las mujeres no las entiende nadie. Sería presuntuoso de mi parte decir que sí las entendí. La esencia de la mujer es parir, la mujer da y recibe de una manera diferente, pero la sensibilidad femenina es una cosa bárbara. No sé por qué sienten, por qué escogen, por qué desechan ni por qué son tan apasionadas y entregadas.
-¿Y con Eva, qué cualidades desastrosas percibió en los hombres?
Pese a que la novela está hecha para hombres y mujeres, yo prefiero hablar de seres humanos. Creo que todos tenemos cualidades y defectos en ese sentido. La ambición, la mezquindad, el orgullo, la soberbia: somos malos y buenos, equilibrados y desequilibrados. Es decir, hombres y mujeres somos complicados.
-¿Dominó desde el principio a Eva o ese personaje le requería un ritual de preparación absoluto?
En la televisión, a diferencia del teatro, uno construye un personaje para poder repetir muchas cosas que lo hagan identificable a la gente. Y ese sentido repetitivo hace que el espectador sienta que lo que ve es real. Ante eso, cuando uno se monta en el personaje hace click y sale. Y yo hice click con Eva casi desde el principio.
-¿Además de las rutinas de maquillaje y del proceso de transformación, qué no soportaba a la hora de personificar a Eva?
Ese proceso era atormentador, me dio dermatitis, tuve que asistir a tratamientos capilares porque se me estaba cayendo el pelo por las pelucas, los dedos de los pies están vueltos nada. Pero aparte de esa transformación nada. Eva es un personaje divino, tierno, dulce, loca, divertida.
-¿Qué tanto le aportó Eva a su carrera de actor?
Muchísimo. Me regaló la posibilidad de construir un mundo de disciplina mucho más férreo. Me llenó de una paciencia infinita, debido a las horas de maquillaje, a las horas de grabación, a exponerme. Me dio seguridad. Hoy sé que puedo enfrentar otros retos muy grandes.
-¿Qué viene para Jorge Enrique? El 23 de abril es el preestreno de una obra con Patricia Tamayo en el Teatro Nacional. Y al otro día de terminar Eva, comienzo ‘Aquí no hay quien viva’, una serie española que se va a grabar en Colombia y que dirigirá Sergio Osorio. Yo seré la pareja de Patrick Delmas"
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